La miastenia gravis se caracteriza por una disminución de la potencia muscular que empeora con el esfuerzo y que requiere reposo para que el músculo se recupere. Hay otras miopatías que presentan el denominado síndrome miasténico.
En el habla, se manifiesta en fatiga vocal y articular que reduce la tasa, disminución del volumen hasta apagarse e hipernasalidad ya que el velo del paladar entra en paresia con el esfuerzo. La musculatura faríngea y laríngea es de las más afectadas junto a la musculatura ocular extrínseca, el elevador del párpado y la musculatura proximal de las extremidades superiores.
A nivel facial, el paciente presenta baja expresividad que puede llegar a la amímia (imposibilidad de expresar emociones), con ptosis palpebral (caída de los párpados). La denominamos facies miasténica. Los maseteros están afectados lo cual dificulta la masticación y debido a la paresia velopalatina es habitual la regurgitación nasal de los alimentos. La musculatura lingual presenta menos afectación.
FACIES MIASTÉNICA |
El objetivo principal es preservar la función muscular y estimularla para aumentar el tiempo efectivo de esfuerzo.
Tendremos también en cuenta la ansiedad que los síntomas provocan en el paciente utilizando las técnicas de relajación y respiración adecuadas.
Una sesión de logopedia consta de:
- Relajación y respiración profunda: ejercicios de respiración orientados a estimular la función diafragmática y la musculatura intercostal.
- Ejercicios miofuncionales para estimular la musculatura orofacial y facilitar el acto deglutorio.
- Ejercicios de coordinación fonorespiratoria.